¿Quieres aumentar tu bienestar en el hogar?

Pensar en cómo aumentar el bienestar en el hogar es una buena inversión y ahora es un buen momento para hacerlo. Durante estos años, desde que comenzó el confinamiento, estuvimos frente a muchos desafíos que nos obligaban a ajustar nuestra rutina y forma de relacionarnos: niños adaptándose a clases, padres y madres modificando su forma de trabajar y exhaustos convertidos en maestros/as o cuidadores.

bienestar en el hogar

El ambiente y el bienestar en el hogar es relevante para nuestra salud física y estabilidad emocional, y en este caso hay una frase muy bonita que dice: “La escuela es mi segunda casa, pero mi casa es la primera escuela”. Se trata de la red social primaria donde somos formados como individuos. De ahí la importancia de construir un ambiente sano, buscando dar confianza, seguridad y estabilidad.

Improvisar un espacio para trabajar o para que los hijos recibieran sus clases fue algo que muchos de nosotros tuvimos que hacer y ahora, entrando a la nueva normalidad, hay cosas que se han quedado para perdurar y otras que volverán a su sitio, sin embargo todo este proceso ha generado tensiones, compromisos familiares y cambios en el hogar, entre otras muchas cosas.

¿Cómo enfrentar estos desafíos sin que repercutan de forma negativa en el hogar? ¿Cómo aumentar el bienestar en tu hogar? Hay cuatro aspectos que debemos considerar en esta nueva dinámica familiar para adaptarnos de la mejor manera:

  1. Aprender a separar el tiempo y espacios de trabajo y estudio del tiempo para cultivar la dinámica de pareja y familiar. Respetar los horarios de trabajo ayudará a mantener un orden y armonía dentro del hogar y a respetar el tiempo para la familia y pareja.
  2. Dar y recibir reconocimiento. Aplaudir es un acto significativo, da fuerza y ánimo, nos hace sentirnos acompañados. En casa, reconozcamos los esfuerzos y logros, por pequeños que sean: finalizar una tarea, completar una jornada de trabajo. No hemos sido enseñados a reconocer los esfuerzos de los demás y hacerlo nos unirá más como familia, incluso si son actividades pequeñas, pero significativas, reconociendo que incluso lavar los platos es un acto de cooperación.
  3. Cuidar el ejercicio físico. Este aspecto es derivado de una menor interacción social y movilidad física, con posibles consecuencias negativas para la salud como el sobrepeso, la hipertensión o enfermedades del corazón. El ejercicio físico es beneficioso para nuestro cuerpo y mente. Establezcamos horarios y rutinas para mantenernos lo más activos posible: caminar, correr, levantarse con frecuencia para no permanecer mucho tiempo inactivo. Un descanso de 5 minutos para realizar estiramientos ayuda a relajar los músculos y mejorar la circulación sanguínea. Unos breves momentos de ejercicio ayudarán a nuestra salud mental y mejorarán nuestro ánimo, reduciendo así el riesgo de depresión o deterioro cognitivo.
  4. Cuidar la dimensión emocional y espiritual. Mediante la lectura y la meditación o mindfulness podemos aumentar nuestra fuerza interna y elevar nuestra autoestima y nuestro estado emocional. Aprendamos a gozarnos y a disfrutar la vida. Cambiar nuestra actitud ante las adversidades no resolverá nuestros problemas pero, sin embargo, nos ayudará a tener una mente más clara y tranquila para poder encontrar la solución y pasar ese mal momento.

Respecto a los espacios y la forma en que los configuramos, entre otros tips proponemos los siguientes para aumentar el bienestar en el hogar:

  • Iluminar y ventilar los espacios: tener luz natural dentro del hogar se hace importante para nuestra salud emocional, ya que está demostrado que la luz artificial por un prolongado tiempo puede causarnos depresión o incluso mal humor. Además, es una excelente manera de ahorrar energía, por lo que ¡abre las ventanas y deja que el sol ilumine!
  • Colores adecuados para el hogar: en la medida de lo posible, poder combinar nuestro hogar con colores que nos hagan sentir bien nos ayuda de manera visual a mantener la armonía dentro de nuestras casas, y en caso de no poder pintar las paredes, siempre vienen bien unas cortinas cálidas o un cuadro que refresque. Esto nos proporcionará bienestar a nosotros mismos y a los nuestros.
  • Crear un rinconcito para cada actividad: muchas veces nuestros espacios no son grandes y esto puede dificultar separar nuestras actividades, porque comemos en el mismo lugar en el que trabajamos o estudiamos, pero si separamos aunque sea un rinconcito, nos puede ayudar a sentirnos desligados cuando terminamos una actividad y debemos iniciar otra.
  • Deshacernos de lo innecesario: poder elegir qué necesitamos realmente y qué cosas tenemos “porque sí” nos ayudará a tener un espacio más amplio y limpio en nuestro hogar. Este simple acto puede aumentar el bienestar en el hogar de forma inesperada.
  • Tiempo de calidad: muchas veces las ideas de pasar en familia se traducen en ver una película de Netflix o jugar algún juego de mesa, que son actividades ideales para hacer con los niños, pero también variar entre las dinámicas familiares puede ser una forma de desestresarse y disfrutar más tiempo de nuestros peques, así como de nuestra pareja. ¡Intentemos innovar y sacar nuestro niño interior!