Hora de poner a punto de la piscina

Llega el calor y, si tenemos una piscina y todavía no le hemos hecho la puesta a punto, empiezan las prisas y las carreras. Abrisud, empresa especializada en cubiertas de piscina, ofrece una guía práctica para llevar a cabo una eficiente puesta a punto de la piscina, ya sea residencial o profesional.

Vaciado. Si se ha llevado a cabo un buen mantenimiento, solo se deberá vaciar el vaso cada 4-6 años. Durará menos si el agua procede de un pozo y algo más si es agua previamente tratada. Si la piscina tiene una cubierta que se coloca en los meses en los que no se usa, el mantenimiento del vaso resultará más sencillo. Fabrice Villa, director ejecutivo de Abrisud Ibérica, afirma que “el uso de una cubierta de piscina es el sistema más eficiente para reducir la huella de carbono, no en vano reduce hasta un 80 % la evaporación del agua, permitiendo un ahorro energético de entre el 50 % y el 70 %”.

Lo importante es medir en el agua la saturación del ácido isocianúrico, que se va acumulando a lo largo de los años debido al tratamiento con cloro no líquido. Si el nivel está por encima de los 75 ppm, habrá que renovarla. Si no llega a los 75 ppm pero se acerca, también se puede realizar un vaciado parcial del 30 % o el 50 %, para mejorar su concentración y apostar así por un consumo más eficiente.

Otro de los motivos que puede hacer necesario el vaciado es que se haya detectado una grieta o gresite suelto que haga falta reparar. En este caso, es recomendable aprovechar este momento para realizar una limpieza a fondo del vaso.

Si, por el motivo que sea, hay que proceder al vaciado completo, se puede reutilizar el agua para regar las plantas. Eso sí, hay que tener en cuenta que debe estar libre de cloro y restos de productos químicos. Normalmente, con el reposo del agua durante un mes y gracias a la evaporación y el sol, estos productos se diluyen.

Nivel del agua. Si se ha realizado un invernaje para zonas frías, con el agua por debajo de los skimmers, es el momento de rellenar la piscina hasta cubrirlos por encima tres cuartas partes. Una vez alcanzado el nivel adecuado y en función del tipo de vaso, hay que realizar un lavado de arenas en el filtro y en los circuitos de aspiración y un posterior enjuague a circuito cerrado. Realizar un correcto mantenimiento de la instalación es una de las mejores maneras de realizar un consumo eficiente de la piscina.

Control del pH. Una vez esté la piscina llena es necesario volver a revisar el pH, antes de proceder al tratamiento de choque. El tratamiento de choque con tabletas de cloro rápido elimina todos los gérmenes y contaminantes del agua. Se puede completar este tratamiento preventivo con alguicida. Si el agua está turbia, conviene aportar producto floculante que elimine los residuos y mejore el trabajo de filtrado.

Antes de finalizar esta fase deberá realizarse un nuevo control del pH. Tras 24 horas de realizar la primera cloración de choque, con el filtrado en funcionamiento, hay que volver a controlar el pH para verificar que se encuentra en el rango óptimo. De no ser así, se tendrá que usar un producto regulador de la acidez y, una vez alcanzados dichos niveles, la piscina se encontrará lista para su uso.

Control periódico. Una vez comenzada la época de baño hay que realizar comprobaciones periódicas para confirmar que el agua mantiene una calidad óptima.

Otros consejos interesantes para el cuidado de la piscina

En piscinas grandes, como las de hoteles y campings, se recomienda proceder un control adecuado del consumo del agua, mantener el nivel de agua adecuado para que el sistema de recirculación funcione correctamente y revisar posibles problemas de estanqueidad y de fugas tanto en la infraestructura de la piscina como en las uniones y conducciones de agua.

Para mejorar la eficiencia de piscinas grandes y pequeñas, es conveniente:

  • utilizar fuentes de energía fotovoltaicas
  • controlar la iluminación del recinto
  • adecuar el funcionamiento de las instalaciones al número de usuarios y las condiciones ambientales
  • controlar el consumo de energía de las instalaciones auxiliares, como vestuarios o salas de control