Averías eléctricas: cuáles son las más comunes y cuándo llamar a un profesional

Es muy habitual tener pequeñas averías eléctricas en casa, y es importante realizar cuanto antes el mantenimiento y la reparación necesaria para que no se compliquen. Desde una bombilla que se funde hasta un enchufe que no funciona o un cortocircuito provocado por un electrodoméstico. Te explicamos cuáles son las averías más comunes, a las que seguramente te enfrentarás algún día, y en qué casos debes llamar a un electricista profesional para arreglarlas.

Las averías eléctricas más comunes

Los problemas con la instalación eléctrica pueden ser de varios tipos. No siempre tienen por qué ser muy graves, aunque pueden ser bastante perturbadores. No debemos subestimar, por ejemplo, las chispas que aparecen en algunas ocasiones cuando conectamos electrodomésticos o el parpadeo de las luces. En todos los casos, es imprescindible encontrar la causa del problema y buscar una solución.

Las averías eléctricas más comunes

Electricistas Madrid, en base a su experiencia como profesionales del ramo, afirma que las averías eléctricas más comunes son principalmente estas tres:

  1. Cortocircuitos
  2. Atenuación de las luces
  3. Sobrecalentamiento del cableado y los equipos eléctricos

Cortocircuitos

Cuando la red está muy cargada o un dispositivo no funciona correctamente pueden producirse cortocircuitos que den como resultado enchufes rotos. Si esta situación se produce con frecuencia, la avería puede ser realmente grave, sobre todo cuando sucede aparentemente sin motivo. En este caso, es esencial recurrir a un especialista.

El origen del problema puede ser un receptor defectuoso, una instalación eléctrica defectuosa, una sobrecarga prolongada o incluso errores de diseño o instalación. Cualquiera que sea la causa, un aumento repentino y violento del flujo de corriente de alta intensidad es peligroso para la instalación eléctrica y los equipos conectados.

Los diferenciales protegen los equipos y las infraestructuras cortando el suministro eléctrico, pero que salten con frecuencia no solo es una molestia, sino también una señal de que hay que solucionar el problema.

Las instalaciones eléctricas de los edificios antiguos son especialmente susceptibles de sufrir cortocircuitos, ya que tienen menos capacidad de soportar la conexión simultánea de varios aparatos eléctricos. Sin embargo, esto no significa que el problema no se produzca nunca en los pisos nuevos. Un mantenimiento deficiente o errores de instalación pueden tener el mismo efecto que un cableado viejo y desgastado.

Luces que se apagan o atenúan

La atenuación o el parpadeo de las luces es otro síntoma que puede indicar avería eléctrica. En la mayoría de los casos, esto se debe a una caída de tensión, resultado de una sobrecarga de la red. Por regla general, cada aparato debe conectarse a un circuito independiente. Sin embargo, las instalaciones eléctricas más antiguas no están bien adaptadas a la cantidad de aparatos que se conectan hoy en día, sobre todo cuando se trata de electrodomésticos de cocina.

Sobrecalentamiento del cableado y los equipos eléctricos

El sobrecalentamiento del sistema eléctrico o de los equipos conectados a él es un fallo bastante común. Indica que el cableado está en mal estado y significa que debe sustituirse, ya que supone riesgo de incendio.

También hay que prestar atención a los enchufes e interruptores, que igualmente pueden calentarse. Si se observa algún signo de que el cableado está alcanzando una temperatura elevada, se debe buscar ayuda de un electricista profesional cuanto antes, para evitar que se acabe dañando la instalación y los dispositivos conectados a la red. El riesgo de incendio es una preocupación real en este caso.

¿Cuándo tengo que llamar a un electricista?

No todas las averías eléctricas o problemas implican llamar a un profesional. Algunos trabajos, siempre que se tengan los conocimientos y las herramientas adecuados, los puede hacer uno mismo. Un enchufe roto o un interruptor estropeado, por ejemplo, no son difíciles de reparar. Sin embargo, las personas que no estén familiarizadas con la electricidad deberían no tocar el cableado y llamar a un profesional para que lleve a cabo la reparación.

Los fallos de instalación no son la única razón para pedir ayuda a un electricista. Estos profesionales también realizan trabajos de diseño, mantenimiento e inspección. Resolverán cualquier problema relacionado con la instalación eléctrica y asesorarán sobre posibles soluciones a cada problema.

Las instalaciones eléctricas deben ser seguras. Por ello, hay ocasiones en las que los servicios eléctricos deben ser realizados o, al menos, inspeccionados por alguien cualificado y que pueda comprobar que la instalación cumple las normas establecidas.

También es aconsejable recurrir a los servicios de un electricista cuando se construye una casa nueva o se compra un piso. En el primer caso, puede contar con servicios como:

  • Diseño de la instalación eléctrica
  • Conexión y montaje de la instalación eléctrica
  • Aceptación de las instalaciones eléctricas

En caso de comprar o de reformar una vivienda, los servicios más comunes son:

  • Inspección de la instalación eléctrica
  • Sustitución o modernización de la instalación eléctrica
  • Ampliación de la instalación eléctrica

Un electricista profesional también es útil si se quiere:

  • Instalar calefacción eléctrica
  • Instalar sistemas de iluminación y, si es necesario, reparar lámparas o sustituir halógenos y fluorescentes
  • Reorganizar los enchufes y los interruptores